La palabra prana significa flujo vital.

Es el primer masaje ayurvédico en recibir, a base de presiones sutiles en los puntos “marma” (de confluencia energética), al compás de la respiración.

La respiración es vital para la vida, por tanto, es un método de comunicación entre nuestro mundo interior y exterior, cuanto mejor respiramos, más oxígeno llegará a todas las células de nuestro organismo. La capacidad respiratoria está relacionada con nuestra capacidad energética.